Andalucía

Abengoa pierde 254 millones con el biofuel y lo pone en venta

La compañía tiene invertidos 3.000 millones en el negocio de los biocombustibles, donde emplea a 4.465 personas, de ellas 660 en Europa. Sus plantas más antiguas en España, Brasil y EEUU, que son la mayoría, se ponen en venta

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  • planta de salamanca -

La compañía tiene invertidos 3.000 millones en el negocio de los biocombustibles, donde emplea a 4.465 personas, de ellas 660 en Europa. Sus plantas más antiguas en España, Brasil y EEUU, que son la mayoría, se ponen en venta.

La estricta cura de adelgazamiento que los bancos y fondos que van a respaldar a Abengoa con 650 millones el próximo mes han impuesto a la empresa incluye el compromiso de venta de numerosos activos detallados en un listado enviado el jueves a la CNMV (el regulador bursátil español). En la sede del grupo en Palmas Altas (Sevilla) lo que se barrunta es que, parafraseando a Alfonso Guerra cuando el entonces vicepresidente socialista del Gobierno llegó al cargo y dijo sobre España, a esta empresa “no la va a reconocer ni la madre que la parió”.

En ese listado se incluye la venta de plantas de biocombustibles que suman 3.200 millones de litros de capacidad productiva. Es decir, justo la misma cantidad que suman las 14 fábricas de etanol para mezclar con gasolina (3 en España y el resto en EEUU y Brasil) y otra de biodiésel para juntar con el gasóleo (ubicada en San Roque, Cádiz).

Abengoa precisa a este diario que recoger en ese listado la mención a plantas de biofuel que suman 3.200 millones de litros no significa, pese a la coincidencia, que se vayan a vender todas las plantas, sino sólo algunas que no se han querido identificar en detalle. Abengoa apuesta por el biofuel de segunda generación, tecnología a la que pertenece sólo una de las quince instalaciones (la de Kansas, en EEUU), lo que da una pista de qué activos son estratégicos y cuáles no.

En causa de disolución

La división de biocombustibles perdió 254 millones de euros en 2014, según se recoge en sus cuentas anuales, que se suman a los números rojos de 175 millones el año anterior. Ello ha situado a la empresa en una situación de fondos propios negativos de 400 millones, desde los 145 millones de 2013.

Ello sitúa a la empresa, técnicamente, en causa de disolución, ya que sus fondos propios son negativos y el capital sólo asciende a 150 millones. El posible comprador de todo o parte del negocio, o bien Abengoa antes de vender, deberán por tanto aportar capital para equilibrar el balance y enjugar esas pérdidas.

Abengoa tiene invertidos 3.000 millones de euros en su negocio de biocombustible y la filial Bioenergía detalla que ha recibido créditos de empresas del grupo Abengoa por valor de 4.100 millones de euros a cierre del pasado año. Sólo en 2014, los préstamos desde el grupo a esta filial aumentaron en 500 millones. Por último, la propia Abengoa valora los activos incluidos en esta filial en 4.256 millones.

Más allá de las cifras, la cuestión será qué grupo está interesado en comprar una empresa que se ha creado con  la vocación de liderar el mercado del biofuel a escala global, con presencia en los principales mercados de este producto: Europa, EEUU y Brasil.

Junto a los aspectos financieros y de negocio, la filial está presidida desde mayo de 2013 por Javier Benjumea, hermano del que hasta el jueves era presidente ejecutivo del grupo Abengoa, Felipe. Colocarle en ese puesto, con un salario de 1,8 millones, fue la vía que usó Felipe para reconciliarse con su hermano después de echarlo en 2007 de la copresidencia que compartían desde 1991. Bioenergía tiene además a Javier Garoz, cercano al exconsejero delegado Manuel Sánchez, como director general.

 

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