Malestar por la propuesta de llevar los fosfoyesos a Riotinto

Publicado: 27/10/2015
El proyecto de llevar los residuos a Corta Atalaya provoca muchas reacciones en contra en la Cuenca Minera
Tan pormenorizado como controvertido. Así es el proyecto de llevar los fosfoyesos por tuberías a la Corta Atalaya, proyecto que fue adelantado este martes por Viva Huelva y que ha recibido un aluvión de críticas tanto en las redes sociales como en las valoraciones de representantes políticos de la Cuenca Minera.
   El estudio de Miguel Ortiz , doctor ingeniero de minas y profesor de Ingeniería del Transporte de la UHU, contempla la viabilidad de limpiar las marismas onubenses a través de la creación de un mineroducto que traslade los fosfoyesos a la mina a cielo abierto de Riotinto, y como era de prever por aquella zona no quieren verlos ni en pintura.

Reacciones en contra
Viva Huelva ha recabado la valoración de diferentes representantes políticos de pueblos del entorno a Corta Atalaya, y cada uno de ellos, con sus motivos y maneras de expresarlo, rechaza por completo esta posibilidad.

Quizás el responsable político de la comarca que se ha mostrado más contundente y crítico con la propuesta ha sido el primer teniente de alcalde del Consistorio riotinteño, Juan José Ramos (PP), sin duda el municipio más afectado de materializarse la propuesta por estar la Corta Atalaya en su término municipal. Y es que Ramos ha asegurado haber leído la propuesta “con las manos en la cabeza”. Según ha proseguido: “es una aberración si se llevase a cabo ese proyecto. Desde el Ayuntamiento de Minas de Riotinto no vamos a permitir, por tanto, que se trasladen a nuestro término municipal los fosfoyesos. Es lo que nos faltaba. Además, muy al contrario de lo que se propone, nuestra lucha está actualmente en recuperar Corta Atalaya para el turismo, y por ello venimos incluso manteniendo una posición crítica con su actual estado de conservación. Por tanto, permitir eso es impensable para nosotros. Si la propuesta tuviese visos de prosperar, tendría que contar con el apoyo del Ayuntamiento de Minas de Riotinto, que dará sin duda un no rotundo a la misma” ha concluido.

Por su parte, Domingo Domínguez (PSOE), alcalde de Nerva y diputado territorial para la Cuenca Minera expresó lo siguiente: “Con todos mis respetos al proyecto técnico, la Cuenca Minera no está ahora para dar solución al problema de los fosfoyesos. A ello se suma que Corta Atalaya está declara Bien de Interés Cultural (BIC), y no pienso que sea lo mejor que aloje los fosfoyesos, así como traer ese tipo de residuos a Riotinto. No estoy de acuerdo en absoluto, independientemente de que sea viable o no el proyecto, lo cual también sería discutible. También hay que tener en cuenta que Corta Atalaya está dentro de las instalaciones de Emed Tartessus, la empresa que está reabriendo en estos momentos la mina de Riotinto”.

Carlos Vázquez, portavoz del Grupo Municipal Socialista  en el Ayuntamiento de Riotinto, también fue tajante en su opinión en contra: “No lo vemos ni factible, ni adecuado, ni lógico, ni responsable, porque son cuestiones que se están mirando desde una vertiente unilateral, y en Minas de Riotinto ahora sólo estamos centrados en la reactivación de la actividad minera. Además, Corta Atalaya forma parte del bien patrimonial de la localidad, con catalogación de Bien de Interés Cultural (BIC), por lo tanto está protegida, y además con  afección ambiental. En definitiva, no queremos ni siquiera entrar a evaluar ni a debatir esta propuesta”.

Por último, sin pelos en la lengua dio su opinión la alcaldesa de El Campillo, la socialista Susana Rivas: “Nos parece una tontería tremenda, la locura u ocurrencia más grande que he escuchado en mucho tiempo”. “Es impensable que Corta Atalaya, que además es BIC, pueda acoger ese tipo de residuos. Es una de las ocurrencias más disparatadas que he oído. Además, en la Cuenca Minera creo que nadie permitiría tal barbaridad, y más con el precedente que tenemos en la comarca con la existencia del vertedero de Nerva. Estoy convencida de que la gente se echaría a la calle”.

Justificación del experto
Y en medio de esta lluvia de críticas al autor de esta propuesta, el estudio en sí, como si se viera venir lo que le iba a caer, ya contemplaba tanto la justificación al obstáculo del Bien de Interés Cultural como una explicación de los supuestos beneficios que los fosfoyesos traerían para Corta Atalaya: “Esta solución sí es viable, pues en la provincia de Huelva existen explotaciones mineras a cielo abierto abandonadas, como Filón Norte en Tharsis, la corta de la mina La Zarza en  Calañas, Corta Atalaya en Riotinto. De estas minas abandonadas la única con capacidad suficiente es Corta Atalaya (>217 M m3), pero nos encontramos con un problema: está catalogada como Bien de Interés Cultural. Esto implica un inconveniente para depositar los fosfoyesos en ella, pero es un inconveniente menor, pues se puede descatalogar con un sencillo acto administrativo, si hay voluntad para ello, que se inicia a instancias del Ayuntamiento, una vez puesto en evidencia los beneficios que reporta su utilización como depósito: seguridad, que ahora no tiene la zona de ocupación de los fosfoyesos, y recuperación de 1200 hectáreas de alto valor ecológico, y seguridad de la Corta al evitar con los depósitos (los cuales generan presión interior en las paredes) que sigan apareciendo grietas perimetrales (a unos 100 metros de las casas del barrio Bella Vista), motivo por el cual la Corta no es visitable, por lo que no reporta ningún beneficio económico a la zona, lo que sí sucede por ejemplo con el museo y el tren minero. El fondo de la corta contiene aguas ácidas cargadas de metales pesados, que gracias a la impermeabilidad del terreno no constituye un problema”.

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