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Máxima tensión entre India y Pakistán por el zapato de la mujer de un espía

Un zapato de la mujer del ciudadano indio Kulbhushan Sudhir Jadhav, acusado de espionaje y condenado a muerte en Pakistán, ha causado una tormenta diplomática y política en Nueva Delhi e Islamabad, después de que uno de sus zapatos fuese presuntamente usurpado durante una visita penitenciaria. La desaparición del zapato, junto a otros gestos ocurridos […]

Un zapato de la mujer del ciudadano indio Kulbhushan Sudhir Jadhav, acusado de espionaje y condenado a muerte en Pakistán, ha causado una tormenta diplomática y política en Nueva Delhi e Islamabad, después de que uno de sus zapatos fuese presuntamente usurpado durante una visita penitenciaria.

La desaparición del zapato, junto a otros gestos ocurridos durante un encuentro entre Jadhav, su madre y su esposa en Islamabad y denunciados por la India por haber «violado» el previo acuerdo entre ambos Gobiernos, han provocado en las últimas horas intercambios de acusaciones e intervenciones en el Parlamento indio.

«Por alguna razón inexplicable, a pesar de sus repetidas peticiones, los zapatos de la mujer de Jadhav no le fueron devueltos tras el encuentro», que tuvo lugar el día de Navidad, denunció el Ministerio de Exteriores indio en un comunicado.

Además, agregó el departamento, con el «pretexto» de la seguridad, las mujeres tuvieron que quitarse sus mangalsutra -collares tradicionales-, pulseras y bindi, el típico punto rojo que llevan las casadas indias en la frente.

Todos estos objetos son típicos de la religión hindú y su veto durante la reunión supone, a juicio de Delhi, una «falta de respeto» a las sensibilidades religiosas y culturales de las familiares del condenado.

Pakistán, sin embargo, argumentó que todas las joyas fueron devueltas tras el encuentro del 25 de diciembre.

Lo que no fue devuelto fue el sospechoso zapato de Chetankul Jadhav, en el que, según un comunicado del Ministerio de Exteriores indio, había «algo metálico» que está siendo ahora investigado.

«Le dimos un zapato de repuesto», asevera la nota.

Pero ello no ha impedido que políticos de diferente signo hayan salido a criticar el trato a las mujeres durante la reunión y que algunos, como el portavoz del histórico Partido del Congreso Gaurav Gogoi, llegasen a calificar la conducta paquistaní de «inhumana».

«Condenamos la forma en que la madre y la esposa de Kulbhushan Jadhav fueron tratadas en Pakistán. Kulbhushan Jadhav debe ser traído de vuelta al país», defendió hoy en el Parlamento el también miembro de la formación de la dinastía Nehru-Gandhi, Mallikarjun Kharge, según recogen medios locales.

Las familiares pudieron hablar con Jadhav, exoficial de la Armada india, a través de un interfono durante 40 minutos en una sala dividida por un cristal, según la versión paquistaní.

A la reunión también asistió un representante de Embajada de la India en Pakistán, aunque no pudo comunicarse con Jadhav porque las autoridades paquistaníes se han negado a proporcionar acceso consular al detenido.

Yadav fue detenido en la conflictiva región paquistaní de Baluchistán (sur) a principios de marzo de 2016 y poco después el Ejército emitió en televisión una supuesta confesión suya, en la que admitía ser un espía.

Islamabad ha acusado reiteradamente a Delhi de colaborar con la insurgencia en Baluchistán, zona donde operan grupos independentistas armados y talibanes, mientras que la India acusa al país vecino de fomentar el terrorismo secesionista en la disputada región india de Cachemira.

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