A la larga lista de películas con amorosos personajes asesinando a gente se ha sumado esta, que «homenajea» al osito Winnie y su amigo Piglet. Claro está que para los aficionados al cine de terror y más concretamente los slasher es un punto de comedia. Puestos a presenciar una matanza en la que algún loco se cargue a casi todos los protagonistas de distintas formas ¿por qué no amenizarla con una «cara divertida»?
Pues eso pensó un profesor en Miami, pero no calibró las consecuencias de emitir la cinta en clase. De entrada, no parece una buena idea mostrar a los pequeños de entre 9 y 10 años una película en la que el hasta entonces simpático osito y su amigo cerdito son dos psicópatas sedientos de sangre. Realmente se trata dos asesinos con caretas y la película es malísima, aunque tampoco vamos a hacer aquí un análisis cinematográfico.
Los padres de los alumnos pertenecientes a la Academy of Innovative Education están que trinan y con razón, ya que algunos aseguran que los niños pidieron al profesor que parase la proyección, pero no les hizo caso durante unos 20 o 30 minutos.
De momento, se sabe que la dirección del centro tomó cartas en el asunto e intentó tranquiliar a los padres… y a los pequeños, que tendrán complicado conciliar el sueño, sobre todo si tienen algún muñeco de Winnie en su habitaciones.
