Un mujer planea demandar al ayuntamiento de Quintero (provincia de Valparaíso, Chile) por «romper su matrimonio». Y todo por culpa de una cámara de seguridad «indiscreta».
Resulta que la señora estaba en una plaza de la localidad compartiendo besos y abrazos con su amante sin percatarse de que una cámara de seguridad los estaba grabando.
La cámara pertenece al sistema cerrado de vigilancia instalado por el ayuntamiento y la mujer no se explica cómo las imágenes llegaron a manos de su marido. «Me grabaron mientras no estaba haciendo nada malo», explicó la mujer, que al enfado por el jaleo montado suma una petición de divorcio por parte de su esposo.
La teoría más realista es que un trabajador del sistema de vigilancia reconoció a la mujer y avisó al amigo, que será familiar o amigo cercano. Por eso se está investigando el origen de la filtración.
«Las cámaras son pagadas por el ayuntamiento para garantizar la seguridad, pero yo no aparezco incumpliendo la ley, así que no entiendo que saliera a la luz esa grabación», protesta la mujer hablando de «daño moral» a la hora de plantear su demanda contra el consistorio.