O la novia es muy exigente o él muy exótico (o loco). La cosa es que este buen hombre no ha decidido otra cosa que demostrar su amor y declararse a su prometida en el foso de un cocodrilo enorme.
Hay cierta lógica en el asunto. Billy, el novio, es un cuidador de cocodrilos que encontró al amor de su vida, Siobbhan, y eligió una manera única y especial de proponerse. En el momento especial, Billy decidió soltar la gran pregunta en su lugar de trabajo, en el foso del Parque Australiano de Reptiles.
Mientras acechaba un gigantesco cocodrilo, Billy llamó a su novia para que entrara en el foso. Llevando al reptil con un cebo sangriento, el empleado del parque habló sobre su relación con Siobhan, afirmando que los tres años de su que habían pasado juntos eran los mejores de su vida.
Una vez que el cocodrilo estaba totalmente fuera del estanque, Billy dio la espalda al peligroso animal, hincó una rodilla y preguntó a Siobhan si quería ser su esposa.
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