El primer ministro de Turquía, Recep Tyayip Erdogan, ha advertido este domingo de que "romperá las manos" a todos los "espías" y "traidores" que utilicen las acusaciones de corrupción contra algunos altos cargos de su Gobierno para minar su autoridad.
"Todo el mundo sabrá cuál es su sitio. Dejemos que los amigos y enemigos sepan esto. Romperemos las manos a todo aquel que se atreva a hacer daño a este país, todo aquel que intente tocar nuestra independencia", ha dicho.
Este mismo domingo, las autoridades turcas han cesado de sus cargos con efecto inmediato a 25 jefes de Policía supuestamente implicados en una investigación por corrupción que de momento ha acabado con la detención de 24 personas, entre ellas los hijos de dos ministros del Gobierno y el director general del banco público Halbank.
En respuesta, el Gobierno ha aireado la opinión de que la investigación es una "conspiración internacional" contra el gubernamental Partido Justicia y Desarrollo (AKP). En este sentido, Erdogan ha sostenido que "Turquía no es ya un país en el que prime la oscuridad y en el que los traidores y los espías puedan hacer lo que quieren".
"En la última semana se ha iniciado una conspiración con algunos agentes en el aparato judicial y en la Policía. Bajo el disfraz de la corrupción hay una trampa fea e injusta. La corrupción es una tapadera. Nunca creáis en la percepción que están intentando crear", ha remachado.
El escándalo ha revelado grandes divisiones entre Erdogan y su antiguo aliado Fethullah Gulen, un predicador islámico en Estados Unidos que posee influencia en la policía y el poder judicial.
La posición de Erdogan no está bajo amenaza inmediata, pero la disputa entre su gobernante Partido AK y el movimiento Hizmet de Gulen podría ayudar a decidir las elecciones locales de marzo.
Erdogan ha evitado mencionar a Gulen, pero años de desencuentros entre ambos salieron a la luz el mes pasado debido a un plan gubernamental para abolir escuelas privadas, incluyendo aquellas dirigidas por Hizmet.