Sevilla

Asegura que mató a su expareja porque maltrataba a la hija de ambos

Un jefe de Homicidios ha testificado por el crimen de Alcolea y asegura que sin la confesión del acusado "hubiera sido difícil encontrar la maleta"

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  • Fachada de la Audiencia Provincial. -

El acusado de asesinar a su pareja sentimental en abril del año 2017 en la localidad sevillana de Alcolea del Río, que responde a las iniciales de A.M.G.G., señaló en su confesión del crimen que el detonante de éste fue "el maltrato" que ejercía su pareja a la hija que tenían en común.

En la segunda sesión de esta causa, que se juzga con jurado popular en la Audiencia Provincial de Sevilla, han declarado los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil que estaban presentes cuando el acusado, tras intentar acabar con su propia vida, confesó que había matado a su pareja.

Los agentes han señalado que una vez que A.M.G.G. se había convertido en sospechoso de la desaparición de su pareja tras la apreciación de varios indicios que apuntaban a que no tenía coartada "durante las dos horas" en la que desapareció su pareja, M.R.L.B., procedieron a la entrada y registro del domicilio del acusados.

Continuando el relato, los agentes han indicado que al día siguiente de este registro, reciben el aviso del hermano de A.M.G.G, también miembro de la Guardia Civil, de que éste se había intentado suicidar y que había sido trasladado al Hospital Virgen Macarena de la capital hispalense. Una vez en el recinto hospitalario, han señalado que se entrevistaron con el acusado, que presentaba "heridas superficiales", y le preguntaron que por qué había intentado acabar con su vida y que les indicó varias veces que "no quería, no quería" para "acto seguido" derrumbarse y confesar el crimen "entre lágrimas y sollozos" y que lo hizo porque su pareja "maltrataba" a la hija de ambos.

Por otra parte, ha testificado un jefe de Homicidios de la Guardia Civil, quien ha declarado que una vez A.M.G.G. confesó el delito y se comprobó que los hechos que relataban eran ciertos "ya que sin su descripción del lugar hubiera sido difícil encontrar la maleta en la que estaba el cadáver" se procedió a su detención como presunto autor de los hechos.

De otro lado, ha declarado un sargento de la Guardia Civil que estuvo tanto en el registro del domicilio del acusado como en la zona donde se halló la maleta en la que estaba el cadáver. En concreto, ha testificado que en la vivienda no encontraron enseres de la fallecida salvo en la parte de arroba donde en una buhardilla hallaron ropa de R.L.B. escondida en bolsas así como su DNI y su bolso. Además, ha indicado que la maleta en la que contenía el cadáver fue hallado en un paraje "de difícil acceso" en una finca de olivos y que estaba oculta en un desnivel y tapada con varias ramas y hojas secas.

Por último, han declarado los forenses que realizaron la autopsia del cadáver quienes han indicado que el cuerpo de la víctima fue enviada al Instituto Anatómico Forense dentro de la maleta, y que una vez abierta, se encontraron el cuerpo en posición fetal y en avanzado estado de putrefacción.

De esta manera, han señalado que observaron que el cuerpo tenía una bolsa sobre la cabeza, luego una bolsa sobre esta y atada con un cordón, y por encima de ésta última, tenía otra bolsa que también estaba atada con otro cordón. Además, presentaba otros tres cordones atados en su cuello. Todos estos cordones eran largos de los que utilizan las botas.

Asimismo, han indicado que el cadáver presentaba un golpe en la cabeza que se habría producido en vida y que ocasión lesiones externas ni fractura craneal. Por último, han detallado que no se aprecian "síntomas de defensa" en la víctima y que los cordones estaban atados en la región posterior por lo que la ésta estaba delante de su agresor.

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