Teruel ya está en el mapa, al menos, político. El geográfico es otra cosa. Sería interesante conocer (con la bendición de PISA) cuántos estudiantes ubican este terruño en el sur de Aragón en uno de aquellos terribles mapas mudos que tanto proliferaban en la generación EGB.
Esta semana hemos visto al líder de Teruel Existe estrechar mano real en la ronda de contactos previos a designar un candidato a la investidura. Un diputado y dos senadores, además de ser la fuerza más votada en la provincia turolense, es lo conseguido. Ahí es nada. Un espejo al que miran algunos territorios de la España despoblada tras el 10N.
No ha sido flor de un día. Al tran-tran, sin órdagos, sin señas que delaten su jugada, este movimiento ha estado trabajando durante los últimos veinte años para conseguir lo logrado: primero, notoriedad; después, influencia; y lo que viene ahora, mejoras sustanciales en su territorio vía Presupuestos Generales del Estado. Han reivindicado modernización de infraestructuras, lucha contra la despoblación y medidas para la generación de riqueza y empleo. ¿Les suena? ¿Si cambio la palabra Teruel por Jaén, por ejemplo, valdría? Otro común denominador es la sensación de que los partidos generalistas o tradicionales han sido incapaces de resolver los problemas endémicos de provincias como las mencionadas.
Con estos mimbres, el exitoso cesto fabricado por los turolenses puede ser importado por otra zonas españolas, alguna también andaluza. Los últimos datos geográficos (de noviembre de 2019) han vuelto a demostrar que provincias de interior como Granada, Córdoba y Jaén, especialmente esta última, siguen perdiendo residentes. El caso jienense es digno de análisis. Su futuro pasa por más pérdida de población y un envejecimiento de ésta. No es una sorpresa. Ya se sabe. Pero nadie pone pie en pared. En el
mar de olivos se creó la Plataforma Jaén Merece Más, que revisa los pasos de la fórmula turolense. Desde luego, los politólogos tendrán tarea si esta receta política territorial provincial tiene apego en Soria, Guadalajara, Badajoz, Cáceres o la mencionada Jaén, pero claro con un secretario general jienense en el PSOE andaluz todo puede cambiar. O no.