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Una mujer se divorcia de una grúa para salir con un patinete

Hace tiempo te contamos el extraño caso de una señora casada con una estación de tren y ahora te traemos algo parecido. La objetofilia es una parafilia que consiste en sentir atracción emocional y sentimental hacia un objeto. Quienes la sufren suelen creer que estos poseen una personalidad propia que los dota de inteligencia y […]

Hace tiempo te contamos el extraño caso de una señora casada con una estación de tren y ahora te traemos algo parecido.

La objetofilia es una parafilia que consiste en sentir atracción emocional y sentimental hacia un objeto. Quienes la sufren suelen creer que estos poseen una personalidad propia que los dota de inteligencia y sentimientos.

Este delirio incluso termina en «boda», siendo múltiples las personas que aseguran haberse casado con la Torre Eiffel, edificios muy llamativos u objetos de su vida cotidiana.

Este es el caso de Erika, una mujer entrevistada por la periodista Samantha Villar en uno de sus últimos programas. Por extraño que parezca, Erika está enamorada de un patinete.

Esta mujer mantiene relaciones con objetos desde los 14 años y, según explicó, un patinete llamado Calypso es su séptima relación.

Antes compartió su vida durante ocho años con un arco «No espero que los demás entiendan la sexualidad objetual, pero pido que la respeten», explicó.

Erika es una de esas personas casadas con la Torre Eiffel, pero también ha estado perdidamente enamorada del puente que cruzaba para ir a la escuela cuando era una niña. Ya siendo adolescente se enamoró de una grúa por la que incluso se trasladó a Berlín. Quería trabajar con la máquina y lo consiguió, pero no volvió a saber de ella cuando terminó la obra.

Ahora, Erika es feliz con Calypso, el patinete con el que lleva unos dos meses como pareja.

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