La oposición se ha abstenido a la hora de aprobar la proposición de contratación de la operación financiera a largo plazo para la puesta en marcha del plan de pago a los proveedores del Consistorio. Tanto IP, como IU y PSOE consideran que se trata de una medida que hipoteca a los gobiernos de las dos próximas legislaturas, siendo mínimos los efectos, comparados con los siguientes, de estos dos primeros años, en que, coinciden en apuntar tanto Antonio Díaz (IP) y Julio Acale (IU), que se pagarán sólo los intereses de dicho préstamo, es decir, tres millones de euros por anualidad, cuando a partir de entonces se tendrá que hacer frente también a la amortización del capital, lo que supondrá “que en el Presupuesto tendrán que contemplar una partida para ello”, que restará dinero para las inversiones necesarias.
El alcalde, Enrique Moresco, apunta que “ojalá nos dejaran a nosotros un Ayuntamiento como vamos a dejar nosotros, saneado. La austeridad la tomamos desde el principio del gobierno, siendo conscientes de la realidad existente, y aunque las medidas han sido duras, han sido más suaves que en otras ciudades”. Por ello insiste en que “nos gustaría que todos trabajásemos a una para pagar a las empresas y no poner excusas basadas en la demagogia”.
La edil de Economía, Leocadia Benavente, indica que, como el Ayuntamiento puede llegar hasta los 68 millones de euros dentro de esta operación, los proveedores tienen hasta el 23 de junio para poder formalizar y certificar sus deudas, y será a partir del 31 de mayo cuando se irán pagando, siendo una medida “que da oxígeno a las empresas y pretende mantener el empleo”.
Díaz, por IP, considera que la medida “es una hipoteca para las próximas legislaturas”, entendiendo que siempre las situaciones difíciles, como la crisis o el plan de ajuste “siempre las pagan los mismos”. Además, denuncia que “se deberían haber propiciado reuniones para consensuar las medidas”, puesto que no están de acuerdo con reducciones en Bienestar Social (como el cierre del piso asistido). “Estamos de acuerdo con medidas de pago a proveedores, pero nos parece precipitado”.
Acale, por IU, se alegra del pago a proveedores, puesto que “se van a poder pagar algunas deudas históricas como la de Sayse, pero en cambio entendemos que se podrían haber reducido los sueldos de concejales y cargos de confianza y no recortar en salvamento, socorrismo, playas y pinares, subvenciones o medidas sociales, porque siempre recae en los mismos, en los portuenses, que tendremos que pagar con nuestros impuestos”. Dicho punto, el de los sueldos, provocó confrontación entre la responsable de Economía y el edil de IU, pues la primera confirma que, mientras el Gobierno local se congelaba sus sueldos, en Diputación se lo subieron hasta un 12%, lo que le afectaba como empleado de dicha administración, aunque Acale se defiende indicando que poco distaba su sueldo de catedrático al de Diputación, por lo menos el que entraba en su casa.
Por otro lado, Acale apunta que “el pago de este préstamo frena la inversión en los próximos años, no sólo en ésta, aunque entendemos el pago. Esperamos que no suponga el harakiri para este Ayuntamiento. Hoy nos abstenemos para que las empresas cobren”, recordando que en el Pleno del 30 de marzo, de aprobación del plan de ajuste, su voto fue negativo por no entender las medidas concretadas. “Esperamos que en el próximo Presupuesto se ajusten el cinturón”.
El portavoz socialista, Ignacio García de Quirós, se muestra a favor de “lo que sea abonar y cobrar cantidades pendientes, pues es un revulsivo para la ciudad y que el desarrollo sea positivo”, pero en cuanto al préstamo aprobado hoy, “nos pone palos en la rueda, pues es un plan de ajuste con el que se ponen medidas pero no todas las necesarias, y sin participación”. Como el resto de la oposición, no entiende que “vamos a pagar una cantidad importante de intereses”, pasando la cantidad de 65 millones de euros que se pedirán a 88 que se tendrán que abonar.
En respuesta a las distintas acusaciones, Leocadia Benavente, en primer lugar, recuerda a los grupos de la oposición que han tenido un mes para poder hacer propuestas distintas al plan de ajuste, invitándolos a decir qué hubieran propuesto. Por otro lado, recalca que “no hipotecamos ningún mandato pues en 2017 habrá remanente positivo”, confiando en que sea de nuevo el PP el que esté al frente del Consistorio. “El trabajo difícil está en nuestra legislatura”, aunque la oposición no está conforme.