Otro derrumbe

Vuelven el viento y la lluvia a Jaén, más tímidamente que nunca, y vuelve a aflorar el mal estado del conjunto histórico de la capital. El mal tiempo y sobre todo, la mala conservación, echaron abajo el pasado jueves la techumbre del patio de abluciones de la parroquia de la Magdalena, del siglo VIII, que pertenecía a la antigua mezquita construida por Abderramán II sobre los cimientos romanos y que integraría más tarde la edificación cristiana en el siglo XVI. Quizá sea la iglesia de la Magdalena la que mejor refleje el paso de las distintas culturas que diseñaron el entresijo de callejuelas y sus arterias principales, Martínez Molina y Almendros Aguilar, en el casco antiguo de la ciudad. Y quizá por ello, por su valor histórico y arquitectónico, enclavada en el epicentro del inicio de la ciudad que hoy conocemos, resulte mucho más grave este derrumbe, que no responde más que al estado en el que se encuentra la mayoría del conjunto histórico y que vuelve a convertirse en un grito de ayuda y de atención que no debe demorarse más en el tiempo. El conjunto histórico precisa de una vez por todas inversiones y la atención que, rubricada en los papeles en muchas ocasiones, presupuesto tras presupuesto, ni llega, ni se le espera aún.