Viruji

Resuelto el misterio de la inteligencia de los cuervos

Alejandro Ramírez | Los cuervos se reconocen en el espejo, «manipulan» objetos, incluso saben hacer planes de futuro: en definitiva, hacen gala de una inteligencia muy superior a la de otras aves. La razón de esto seguía siendo un misterio hasta ahora, y fue descubierta en un trabajo publicado en el «Journal of Comparative Biology», […]

Publicidad Ai

Alejandro Ramírez | Los cuervos se reconocen en el espejo, «manipulan» objetos, incluso saben hacer planes de futuro: en definitiva, hacen gala de una inteligencia muy superior a la de otras aves. La razón de esto seguía siendo un misterio hasta ahora, y fue descubierta en un trabajo publicado en el «Journal of Comparative Biology», según reporta el medio italiano La Stampa. Su notable ingenio se debe a la abundancia en el cerebro de un grupo de células llamadas «interneuronas», que juegan un papel clave en el procesamiento de la información.

Así lo reveló la investigación de Felix Ströckens de la Universidad Ruhr en Bochum, Alemania, que comparó los cerebros de avestruces, gallos domésticos, palomas domésticas y tres especies pertenecientes a la familia de los cuervos, el cuervo carroñero, el cuervo encapuchado y el cuervo común. En la base se encuentra la técnica denominada “fraccionamiento isotrópico”, con la que se estableció qué familias de células nerviosas están presentes en el cerebro de cada espécimen y en qué cantidades. 

Así surgió que en la familia de los cuervos abundaban las interneuronas, pequeñas células nerviosas esenciales para las funciones cognitivas: son las células que procesan la información recibida de las neuronas sensoriales y que luego envían una serie de entradas a las neuronas motoras. Las interneuronas juegan un papel particularmente importante en la capacidad de tomar decisiones.

“Varios estudios, en el pasado, habían demostrado que algunos comportamientos considerados inteligentes pertenecen a diferentes grupos de interneuronas en el cerebro de los mamíferos”, explica el experto. Sin embargo, no hubo un trabajo específico de análisis y comparación entre especies de aves con diferentes niveles de inteligencia. 

En este nuevo trabajo, los estudiosos observaron esas células en funcionamiento: los córvidos, en promedio, tienen 290 millones de ellas frente a menos de la mitad, unos 124 millones, presentes en avestruces y apenas 40 millones en palomas y pollos. Los humanos tenemos algo así como 1.300 millones.

La diferencia observada entre córvidos y avestruces es particularmente notable, señala Ströckens, porque hay que considerar que el cerebro de un avestruz es aproximadamente el doble de grande que el de un cuervo. Queda por aclarar por qué los cuervos evolucionaron para poseer una cantidad tan grande de interneuronas. 

Pero puede no ser el único elemento en juego. Otros factores -subraya- podrían ser importantes: la red de conexiones entre las células nerviosas y, más en general, la arquitectura misma del cerebro de los cuervos. La próxima frontera de esta investigación -concluye Ströckens- será obtener una masa de datos cuantitativos relativos a un mayor número de especies y testear el conjunto de características neuronales y sus relaciones con las capacidades cognitivas de las aves.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN