Con un doloroso empate para los de casa se saldó la visita de la Real Sociedad 1927 a San Fernando en la tercera jornada de liga en División de Honor B. Y no por injusto, que probablemente no lo fue si se atiende al juego y merecimientos de ambos equipos, pero sí por la forma en que se produjo, en el último suspiro del partido cuando los locales ya daban por suyos los dos puntos en juego.
Previamente al partido, algunos niños y niñas de las Escuelas Deportivas del Club de Hockey San Fernando acompañaron a los integrantes de ambos equipos y al duo arbitral en su salida al campo y durante la presentación de jugadores.
Empezó el partido presagiando una reedición del encuentro de la primera jornada ante el Pedralbes, con una de esas paradas a las que el guardameta Iván Oliva ya ha acostumbradoa la afición en el minuto uno y dos penalties-córner en los minutos 6 y 10 para los visitantes que fueron despejados por el portero y la defensa. Sin embargo, las ocasiones de los madrileños no fueron tantas como las de los catalanes y poco a poco el partido fue concentrando todo el juego en el centro del campo. Las pocas incursiones al área, eso sí, fueron de la Real Sociedad, con un San Fernando que no encontraba la manera de llegar con solvencia al campo rival.
Segunda mitad
En la segunda parte, los naranjas dieron su mejor cara y aclararon sus ideas y su juego, viendo que la victoria no era una idea descabellada. En los primeros minutos no supieron aprovechar la superioridad numérica de la que dispusieron, con la mejor ocasión en el minuto 10 cuando Rubén Romero no pudo colocar bien su remate solo frente al portero.
El gol, finalmente, llegaría en el minuto 20 cuando Rubén, esta vez sí, culminó con acierto una buena jugada de equipo en el área rival. Tuvo el Sanfer otras dos muy buenas, una en el 27 que no encontró rematador tras un pase al interior del área con el portero batido, y otra en el 29, que malogró Martín Gutiérrez en el cara a cara con el guardameta madrileño.
Y entonces, tras un doble penalti-córner que dispuso la Real Sociedad 1927, durante la ejecución del segundo, ya finalizado el tiempo reglamentario y con el equipo visitante en pleno a borde de área, el saque de bola mal dirigido parecía que facilitaría las cosas a la defensa local, lo que probablemente supuso el relajamiento antes de que se diera por finalizado el penalti-córner. La bola era controlada tan al borde del área que el golpeo certero a la base del palo derecho no se daba como gol en primera instancia, probablemente por estimar el colegiado de este lado del campo que la bola no había salido del área previamente. Tras la consulta con el otro colegiado, ya fuera de tiempo, se daba por bueno el gol que suponía el empate final.
La afición, como el habitual en las grandes citas, respondió llenando prácticamente el Pablo Negre. Destacamos en esta ocasión la visita de algunos componentes de la peña Orgullo Isleño que, invitados por la Marea Naranja, se acercaron al campo de hockey a conocer un partido de este deporte y contribuir a animar a los nuestros.