El sanluqueño Víctor Ramos está afrontando una temporada que tardará tiempo en olvidar. La inició en el Ciempozuelos y en diciembre quedó desligado del club madrileño, así que decidió partir hasta Sanlúcar. La Juventud Sanluqueña le ofreció la opción de recalar en la plantilla pero surgió el interés del Rota y lógicamente se decantó por el club de la vecina localidad gaditana.
Mis padres residen en Madrid y me trasmiten tranquilidad cuando hablo con ellosEl defensa agradece que “la Juventud Sanluqueña quiso ficharme para no perder la forma y seguir jugando al fútbol. También apareció el Rota y lógicamente cualquier jugador prefiere estar en la Tercera División antes que en la Segunda Andaluza. Le estoy muyy agradecido al club que preside Joaquín Díaz”.
Se siente muy a gusto en el Rota: “Tuve como entrenador a Romerito, que fichó hace pocas semanas por el Atlético Sanluqueño. Somos un recién ascendido y vamos novenos. Me encuentro bien en el Rota y ahora mismo no sé cuando no volveremos a ver en un entrenamiento pero llegará el día”.
Además su desplazamiento de Sanlúcar hasta el Estadio Navarro Flores es cómodo: “Vivo en La Jara y desde Chipiona tiro para Rota. Tardo 20 minutos y además el estadio está en la misma entrada”.
Sobre si cree que la Liga finalizará señala que “parece sí aunque sea en verano y jugando entre semana y los fines de semana. Hago ejercicios en mi casa y los jugadores contactamos por el grupo. Tenemos buen rollo yrealizamos juegos de convivencia. Preparamos tablas de ejercicios y un par de días a la semana hablamos por video conferencia con el preparador físico para analizar lo que hacemos. Los días van pasando y afortunadamente dispongo de campo. No tengo bicicleta estática pero sí pesas y gomas”.
Resalta que “lo que está ocurriendo es increíble y lo que nos queda. Mis padres residen en Madrid y me trasmiten tranquilidad cuando hablo con ellos”.