El primero de los cuatros semáforos que tendrán estos personajes está en el cruce de la Calle Treball con Concili de Trento, en el distrito de Sant Martí, donde vivió Ibáñez y frente a la galardonada biblioteca Gabriel García Márquez.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha celebrado la idea que lanzó por las redes sociales un profesor retirado, Francisco José Ibáñez -que no tiene relación familiar con el dibujante- de que los semáforos tuvieran imágenes de Mortadelo y Filemón.
«Aquello se convirtió en un clamor popular para todos los que hemos leído, desayunado y merendado con los tebeos de Ibáñez y decidimos atender esta maravillosa propuesta, con permiso de la familia y la editorial», ha relatado Collboni.
La hija de Ibáñez, Núria Ibáñez, ha aventurado que a su padre le habría encantado ver este semáforo: «Se hubiera reído mucho con la propuesta y la idea, pensaría que sería divertidísimo ver a Mortadelo y Filemón cambiar constantemente de verde a rojo; estaría encantado», ha afirmado.
El impulsor de la iniciativa, Francisco José Ibáñez, ha admitido que no esperaba que en solo dos meses se hubiera hecho realidad su idea, que surgió de un viaje a una localidad de Dinamarca, Aarhus, en la que hay imágenes de vikingos en los semáforos.
Semáforo de Mortadelo y Filemón (EFE).
«La primera paga que tuve con siete años creo que me la gasté en un tebeo de Mortadelo y Filemón y en la escuela -como profesor- he trabajado mucho el cómic, porque es una puerta a la literatura», ha expresado este docente retirado.