No hay duda de que el fidget spinner es el artilugio de moda entre los más jóvenes, que lo han popularizado hasta convertirlo en la peonza del siglo XXI. De hecho, su gran popularidad entre los escolares ha provocado que se prohíba en algunos colegios al considerarse que distrae a los alumnos.
Hablamos de un juguete antiestrés hecho de plástico, acero u otros materiales y constituido por un eje central con dos, tres o más brazos, los cuales terminan en unos aros con rodamientos. Los hay que incorporan luces LED para llamar aún más la atención, pero eso les hace incorporar pequeñas piezas que podrían ser tragadas por un niño.
De esta forma, algunos modelos del juguete no se consideran seguros y son retirados del mercado. Por este motivo, en el aeropuerto de Frankfurt se han confiscado algunos envíos procedentes de China que contenían productos sin revisar por los organismos de consumo. Ni disponían de la marca CE (Conformidad Europea) ni estaban bien embalados.
Esto ha causado que en el aeropuerto se acumulen más de 35 toneladas de estos pequeños juguetes en tan solo un mes. Y la solución no es otra que destruirlos porque ya es imposible acumular más mientras continúan llegando envíos.