El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha instado este jueves a castigar "tantas conspiraciones e intentos de magnicidio", después de que el alcalde del municipio Libertador de Caracas, Jorge Rodríguez, hiciese publicas unas supuestas pruebas que pondrían de manifiesto planes de algunos miembros de la oposición para dar un golpe de Estado en Venezuela.
En este sentido, el mandatario ha reconocido que fue él mismo quien pidió al Alto Mando Político de la Revolución que hiciera públicas las pruebas. "Son apenas la punta del iceberg, un botón de la perversidad, la maldad que hay contra Venezuela, porque hay que decirlo, es contra todo el pueblo venezolano" (...) un complot contra Venezuela", ha denunciado.
Maduro ha tachado de "vende patrias" a quienes están acusados de conspiradores por parte de su Gobierno y ha pedido que se respete "la paz de los venezolanos", durante un acto en Palacio de Miraflores. De la misma forma, ha afirmado que no podrán desmentir "los correos oficiales por los cuales se comunican este grupo de personas".
Este mismo jueves, la portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Jen Psaki, ha negado de forma frontal las acusaciones del Gobierno venezolano, según las cuales el embajador estadounidense en Colombia, Kevin Whitaker, estaría ayudando a la dirigente opositora María Corina Machado a llevar a cabo un "plan magnicida" y un golpe de Estado en Venezuela.
"Absolutamente no", ha señalado Psaki, antes de insistir en que las acusaciones presentadas el pasado miércoles por Rodríguez "son totalmente falsas e infundadas".
En su rueda de prensa diaria, la funcionaria ha denunciado las prácticas del Gobierno de Nicolás Maduro, con las que intenta --según la portavoz del Departamento de Estado-- "distraer" de los propios problemas que sufre el país sudamericano. "Ya lo hemos visto muchas veces", ha apostillado.